
En Guantánamo se desarrolla con éxito el proyecto Robo Craft, iniciativa que agrupa a una treintena de niños y adolescentes interesados en el aprendizaje de la robótica y ramas afines, en el cual adquieren habilidades avanzadas en esas materias.
Orlando Fernández Cantalapiedra, profesor y apasionado de la electrónica, formado en los Joven Club desde 1998 es el impulsor de la iniciativa, que comenzó hace dos años en un taller del Instituto Politécnico José Maceo Grajales, semilla del actual Robo Craft.
Explicó que la idea creció hasta incorporar la robótica, trabajan con la plataforma Arduino, un procesador que permite diseñar, crear y programar y se ajusta a cualquier nivel, desde niños hasta profesionales.
Contamos con 12 de esos dispositivos donados, y en total, disponemos de 18 procesadores que también incluyen Black Berry, con lo cual hemos creado equipos pequeños, señaló.
Refirió que captó la atención de los niños hace casi dos meses, mediante una convocatoria en las escuelas, a las que algunos profesores introdujeron a los infantes que consideraban con potencial y ahora cuentan con 33 integrantes desde cuarto grado hasta politécnico.

Esta idea es una colaboración entre Educación, los Joven Club y la Universidad de Guantánamo y su importancia fundamental radica en entender que el desarrollo de un país depende de priorizar la electrónica, la informatización y la robótica, áreas claves para el progreso, acotó Fernández Cantalapiedra.
Recalcó que el objetivo es crear futuros talentos, orientarlos y permitirles adquirir habilidades avanzadas desde ahora, lo cual se evidencia en proyectos que desarrollan estos jóvenes con un nivel comparable al de trabajos universitarios de grado y ello subraya la relevancia de la iniciativa en la formación de los profesionales del mañana.
Entre los logros que corroboran los resultados, mencionó que el año pasado los dos estudiantes de politécnico obtuvieron el primer lugar en el evento de Sociedades Científicas en Guantánamo y clasificaron para la etapa nacional en Bayamo, donde participaron con proyectos sobre energía renovable y regresaron con un reconocimiento relevante para Guantánamo en el ámbito de la Educación.
Amner Rodríguez Díaz, uno de los premiados, estudiante de electrónica del politécnico José Maceo Grajales, señaló que se siente especialmente motivado por la energía renovable, por considerarla más práctica y necesaria en los difíciles momentos que atraviesa el país.
Piensa que es una de las áreas que más se necesita, por eso trabaja con los paneles solares y desarrolla sus proyectos con ellos, “Cuba precisa de gente con el deseo y la entrega para crear cosas que contribuyan a su mejora", enfatizó.
El profesor Fernández Cantalapiedra afirma que en poco tiempo han avanzado, a los muchachos les motiva y desean que las personas se tomen en serio el proyecto, los ayuden y advierte del potencial que todavía no logran captar, “niños que andan por ahí con un talento increíble como los que están aquí, capaces de hacer y de crear”.