PitcheoLa tónica vista en las primeras subseries de la Serie Nacional de Béisbol número 62 no debe cambiar mucho, si se mantiene la estructura anunciada desde antes de darse la voz de play ball.

Marcadores desproporcionados y bateo muy por encima del pitcheo no son ajenos a la pelota cubana de los últimos tiempos, pero tampoco se corresponde con lo que se espera al inicio de un torneo, cuando los brazos están frescos y, generalmente, los bates son los que pesan más por el entrenamiento realizado ante un evento de larga duración.

Sin embargo, el calendario propuesto, con cinco juegos seguidos, incluido un doble por el medio, hace que los cuerpos de dirección tengan que apelar a lanzadores que todavía no están listos para asumir ese rol.

La alta cifra de novatos para esta SNB no sería demasiado preocupante, si cada cual fuera llevado de la mano como debe ser, poco a poco, pero las urgencias de cada plantel por tener un buen resultado invitan a la marcha forzada, y a que muchos de ellos aprendan en la práctica.

Algunos lo harán, pero otros, me temo que la mayoría, pagará las consecuencias con números desastrosos y, lo que es peor, con lesiones.

Lamentablemente, no es algo que tenga una solución a corto plazo, porque en esta campaña estamos presionados por un calendario internacional en que convergen, por primera vez en la historia, los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos.

Podría haber continuado la SNB en medio de ambos certámenes, pero además de perder apoyo mediático, la justa doméstica se resentiría mucho más si pierde durante alrededor de un mes a los talentos que quedan, entre aquellos que ya están contratados y los que se van a mitad de camino.

Por eso también es difícil hablar de pronósticos para esta Serie, porque la fisonomía de cada plantel varía demasiado de un mes a otro, y eso se traduce muchas veces en resultados.

No es la primera vez, así hemos jugado las últimas lides, pero ahora se suma el rompecabezas del pitcheo, porque si para tener cuatro abridores más o menos buenos algunos equipos pasaban las de Caín, ahora, con cinco, es un verdadero dilema.

Además, no son solamente los abridores, pues cuando tienes un doble juego, debes manejar muy bien a los relevistas porque no se pueden utilizar en días consecutivos, y los mánagers tienen que analizar cada momento pensando también en la siguiente jornada.

En fin, que estos marcadores donde como promedio se fabrican 12 carreras en cada desafío, lejos de ser rara avis, serán habituales en casi todas las fechas. Que se preparen bien los lanzadores que están en la reserva, porque sus brazos se van a necesitar.