instituto superior de tecnología

Las carreras que se estudian actualmente en el Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC), de la Universidad de la Habana (UH), son únicas y tienen todas un carácter nacional.

Especialistas del centro confirmaron a la Agencia Cubana de Noticias que en la práctica reciben estudiantes del país, que cuenta con un nivel de especialización que las ubica entre las relativamente pocas universidades del mundo que las poseen.

Añadieron que corresponden a las ciencias nucleares, licenciaturas en Física Nuclear y en Radioquímica, al igual que la Ingeniería en Tecnologías Nucleares y Energéticas y las relacionadas con el estudio del medio ambiente, Meteorología.

Cada una de ellas garantiza la formación de pre y postgrado en sus conocimientos, las ramas conexas y sus profundas interrelaciones, especificaron y se refirieron al hecho de que su matrícula anterior alcanzó la cifra de 336 jóvenes.

Resaltaron que su impartición existe como denominador común la fortaleza que poseen las disciplinas de matemática, físicas, aplicaciones nucleares y climatología, entre otras, las cuales sientan las bases para un posterior desarrollo científico del individuo.

El InSTEC surgió en 1986 como una facultad de Ciencias y Tecnologías Nucleares, de la UH, en respuesta a las crecientes necesidades de especialistas en esta disciplina para el incipiente en aquellos momentos Programa Nuclear Cubano, gestionado por la Secretaria de Asuntos nucleares (SEAN) y entra en vigor en el curso 86-87 con el Plan de Estudio Superior.

Señalaron que en la formación integral de profesionales predominan resultados de excelencia en la docencia y las investigaciones científicas relacionadas fundamentalmente con la caracterización y la aplicación de los isótopos, las sustancias radiactivas y las radiaciones ionizantes en las ciencias y la tecnología.

También en la modelación del clima, las consecuencias del cambio climático, sus vías de adaptación y los impactos que los fenómenos meteorológicos tienen sobre la población y la estructura socioeconómica del país.

Al propio tiempo, posibilitan la continua de estos profesionales y de otros de ramas afines a través de la educación postgraduada con un elevado nivel competitivo, vinculados a las necesidades y demandas socio-económicas actuales de la nación.

Constituyes hoy más que nunca un eslabón fundamental dentro del sistema de entidades del estado que implementan las nuevas tecnologías de producción de radiofármacos y las nanotecnologías.

Igualmente, los sistemas más modernos de pronósticos del tiempo, métodos destinados sobre todo al diagnóstico y tratamiento del cáncer y la aplicación de otras tecnologías de avanzada en la esfera de la salud.

Las cuatro carreras del InSTEC han ostentado categorías superiores de acreditación de su calidad desde hace una década y cuentan con la

Categoría de Excelencia.

A inicios de 2017 y de acuerdo con el cronograma del Ministerio de Educación Superior de integración de las universidades, se convirtió en un instituto adscripto a la UH.

En el curso de 2016- comenzó el proceso de migración al Plan de Estudios E de la carrera, el cual redujo la enseñanza de pregrado a cuatro años académicos, con el propósito de alcanzar un mayor nivel de racionalidad e integración en los contenidos y orientación hacia la investigación, innovación, producción de bienes y servicios priorizados hoy en el país.

Su claustro está conformado por profesores propios, el 60 por ciento de los cuales son doctores en ciencia, y de otros centros de investigación y servicios

En esa relación sobresalen los centros insignes de la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA), tales como el de Isótopos (CENTIS), el de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (CEADEN) y el de Estudios Avanzados de Cuba (CEA).

Incluso, el Instituto de Meteorología y su red de centros en todo el país y la UH, donde se insertan como adiestrados para categorizarse como futuros docentes de la carrera y contribuir a la formación de las nuevas generaciones.

InSTEC radica en una de las áreas de la Quinta de los Molinos del Rey, declarada Monumento Nacional por célebres acontecimientos histórico desde la época de la colonia.