Banner alegórico al día de la Bondad

Era un perrito sato, lindo, gracioso, y el muchacho lo llevaba de la correa con orgullo. Una vecina le preguntó:

-¿Ese es el tuto, el de siempre, o es otro más?

-Es otro más. Un carro le dio un golpe por allá por mi trabajo; lo recogí, lo llevé al veterinario y como no me dejaban tenerlo en la empresa, lo traje también para la casa. ¿Viste qué cómico está?

Pudiera ser una escena intrascendente y muy común. Pero si el mundo estuviera lleno de muchachos como ese, probablemente todo sería mejor.

Y no lo digo solo por los perritos callejeros, sino porque hoy se celebra el día Mundial de la Bondad, desde el año 1998, con el fin de reafirmar las buenas acciones en las personas y en las comunidades del mundo, atendiendo a que la bondad es elemento esencial de la condición humana.

También le llaman Día Mundial de la Amabilidad, pero me parece más abarcadora la primera denominación porque se puede ser amable, pero no bondadoso.

 Ser bondadoso es una virtud que abarca desde los breves actos cotidianos hasta aquellos que pueden salvar vidas y naciones; sobre todo considerando que la bondad es el antónimo de la maldad.

Si fuéramos más bondadosos, quizás las vacunas anticovid hoy estuvieran más equitativamente aplicadas en los hombros de los habitantes de este planeta, no hubiera tantos humanos muriendo literalmente de hambre, y los poderosos no anduvieran por el mundo poniéndole la bota encima a los pueblos y naciones que menos tienen.

Si fuéramos todos más bondadosos, seríamos todos más felices y mejores.