En una declaración publicada este martes, el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano rechazó “en los términos más categóricos” la llamada “Ley para no reconocer marcas robadas en Estados Unidos”, recién firmada por el presidente Biden.
La Cancillería denunció que la legislación, “promovida por los sectores anticubanos en el Congreso”, es una nueva medida coercitiva unilateral que refuerza el bloqueo contra la economía cubana.
“Se amplía con ella el alcance de la sección 211 de la Ley de Asignaciones para el año fiscal 1999, que, de acuerdo con el Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio, infringe el sistema internacional de protección de la propiedad intelectual”, precisó el Minrex en la declaración.
La ley “propina un nuevo golpe al sistema internacional de protección de la propiedad industrial y confirma el desprecio de Estados Unidos por las instituciones del derecho internacional, en particular, el Acuerdo sobre los Aspectos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio y el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial”, manifestó.
La Cancillería agregó que la “Ley para no reconocer marcas robadas en Estados Unidos” brinda “una patente de corso que ensancha el camino para consolidar el robo de marcas cubanas legítimamente registradas en la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos”.
La actitud del Gobierno estadounidense, señaló la declaración, contrasta con la de las autoridades cubanas, que “siempre han actuado con estricto apego a los convenios internacionales relativos a la propiedad intelectual de los que Cuba y Estados Unidos son parte”.
En la actualidad, 6 448 marcas estadounidenses están registradas y se protegen en Cuba.
“Una vez más, el Gobierno de Estados Unidos brinda espacio a los intereses oscuros de los sectores anticubanos más agresivos cuya manipulación del sistema políticoestadounidense se ha convertido en práctica. Lo mismo ocurrió en 1996, cuando se aprobó la infame y colonial ley Helms-Burton, a la que algunos también llamaron Ley Bacardí. Con gran participación en la redacción de la Ley Helms-Burton y la llamada sección 211, Bacardí comparte la responsabilidad del sufrimiento impuesto a Cuba por aquellos que no aceptan el rumbo de independencia y soberanía escogido porel pueblo cubano”, declaró el Minrex.
(Con información de Cubaminrex)