Fue un 25 de febrero diferente para los doctores franceses André Djourno y Charles Eyries. Cuando terminaron el procedimiento habían logrado, por vez primera, un implante coclear. El paciente, un hombre de 50 años de edad, fue capaz de percibir nuevamente el ritmo del lenguaje.
Era el año de 1957 y el hito médico marcó la fecha para la celebración del Día Internacional del Implante Coclear.
Este procedimiento ha permitido desde entonces devolver la audición a miles de personas alrededor del mundo. En Cuba desde 1998 se impulsa un programa nacional que ha tenido resultados satisfactorios.
Según datos oficiales, hasta 2021 se habían realizado más de 500 implantes cocleares en niños, cuya calidad de vida mejora ostensiblemente. De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública, el Grupo Nacional de Implantes Cocleares radica en el Hospital Pediátrico Borrás-Marfán.

Este cuenta con colaboradores de varios centros de La Habana como el Hospital Hermanos Ameijeiras, el Centro Internacional de Salud La Pradera, el Centro Nacional de Neurociencias, el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq), el Pediátrico Juan Manuel Márquez, y además tiene representaciones en todas las provincias del país, por lo cual participan especialistas de todo el territorio nacional.

El equipo multidisciplinario que labora en este programa incluye a especialistas en Otorrinolaringología y Audiología, en Logopedia y Foniatría, Otocirujía, y Psicología, entre otros.
Entre los elementos que distinguen este programa totalmente gratuito resaltan los estudios neurofisiológicos y de plasticidad de los pacientes, así como los recambios de dispositivos, pues es esta una tecnología que gana en complejidad y actualización de forma constante.
Para colocar un implante coclear se ejecuta una cirugía, pasando a través del hueso temporal del cráneo, que permita un acceso directo al oído interno. Una vez allí, se coloca un dispositivo que lanza una estimulación eléctrica directa al oído, y esto estimula las fibras del nervio coclear desde el caracol.
Este mecanismo ayuda a personas con sordera neurosensorial de severa a profunda a escuchar.
El 25 de febrero marca además el inicio de la Semana de la Audición, que terminará el 3 de marzo con la celebración del Día Mundial de la Audición, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Lo que explica la ciencia
“Los trastornos auditivos constituyen un problema de salud muy frecuente en la población infantil. Según estadísticas de la OMS, uno a tres de cada mil niños nace con pérdidas auditivas graves bilaterales. Las hipoacusias congénitas y/o las que ocurren en la etapa pre-verbal (antes de los 3 años), de no detectarse e intervenirse precozmente repercuten de forma muy negativa en el desarrollo cognitivo por lo que constituyen sin lugar a dudas un problema de salud”, refiere el sitio web Cubatravel.
“Los implantes cocleares han abierto una nueva era en el tratamiento de los niños con hipoacusia neurosensorial, haciendo posible que un niño sordo profundo desarrolle una audición funcional que permite alcanzar niveles de desarrollo de lenguaje oral muy similares a los niños oyentes”, agrega.
“Con una detección cada vez más temprana de la pérdida (lo ideal es antes de los seis meses de edad) se obtienen mejores resultados en el tratamiento, pues mientras más pequeños los niños reciben los implantes mejores son los resultados en el desarrollo del lenguaje y las habilidades cognitivas en general”, subraya.
